12 de noviembre de 2009

Ni Siquiera

Cuando descubrís que ya no te creés las promesas que te hacés a vos mismo, el nivel de acostumbramiento maligno del que estás preñado es altísimo. Pero realmente ésta vez siento que hay ciertas cosas que no volveré a hacer al menos en ésta etapa de mi vida. ¿Estaré cerrando una fase; una costumbre que ya está muy desgastada? Y es que ir a la montaña rusa es divertido por un tiempo, pero con el paso de los años te das cuenta que ya no te queda más que el mareo cuando llegás a casa. Ni siquiera un buen recuerdo que me haga sentir que valió la pena. Sí, quizás en el momento... está bien. Pero el después, el maldito después... En fin.

Y si no entendiste mi metáfora, etcétera.
"El príncipe azul destiñe en el primer lavado."