18 de enero de 2006

Culpa

Carcomes mi conciencia. Taladras mi pensamiento. No queres dejarme tranquilo. Pero aún así... te necesito. No te vayas, te preciso para no olvidar, para aprender. Espero ansioso y con temor a que el karma me castigue por haber actuado como lo hice. Mientras tanto, me ocupo de darme latigazos en la espalda del sentimiento, con el látigo del pensamiento. Y eso me aliviana y me hunde al mismo tiempo.
Ojalá algún día puedas perdonarme.

"El loco no fue el culpable, sino quien le diera el sable."

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